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domingo, 31 de mayo de 2009

Aladino y la Lampara Maravillosa

  • Parte 1




Parte 2




Parte 3





Parte 4



Parte 5



Parte 6





Parte 7





Parte 8




Parte 9


Vistamos a Aladin!

  • Podes cambiarle el look a Aladin.
  • Solo tenes que hacer un click sostenido sobre; las prendas , zapatos y accesorios que mas te gusten , y empeza a crearle distintos estilos.






A jugar con Jazmin!

  • Tenes que ayudar a Jazmin a atrapar las lamparas magicas .
  • Solo tenes que tratar de que la princesa no se caiga de su alfombra magica tratando de juntar todas las piedras que puedas. Suerte y a jugar






Juguemos a vestir a la princesa Jazmin!

  • Podes cambiarle el look a la princesa Jazmin.
  • Solo tenes que hacer un click sostenido sobre; las prendas , zapatos y accesorios que mas te gusten , y empeza a crearle distintos estilos a la Princesa






viernes, 29 de mayo de 2009

A jugar pintando!

  • Para ver el dibujo en tamaño grande haga click sobre la imagen.
  • Para imprimir el dibujo haga click sobre la imagen y luego vaya al menu Archivo Imprimir.



Aladino y la Lampara Maravillosa



Erase una vez una viuda que vivía con su hijo, Aladino. Un día, un misterioso extranjero ofreció al muchacho una moneda de plata a cambio de un pequeño favor y como eran muy pobres aceptó.

-¿Qué tengo que hacer? -preguntó.

-Sígueme - respondió el misterioso extranjero.

El extranjero y Aladino se alejaron de la aldea en dirección al bosque, donde este ultimo iba con frecuencia a jugar. Poco tiempo después se detuvieron delante de una estrecha entrada que conducía a una cueva que Aladino nunca antes había visto.

- ¡No recuerdo haber visto esta cueva! -exclamó el joven- ¿Siempre a estado ahí?

El extranjero sin responder a su pregunta, le dijo:

-Quiero que entres por esta abertura y me traigas mi vieja lampara de aceite. Lo haría yo mismo si la entrada no fuera demasiado estrecha para mí.

-De acuerdo- dijo Aladino-, iré a buscarla.

-Algo mas- agrego el extranjero-.

No toques nada mas, ¿me has entendido? Quiero únicamente que me traigas mi lampara de aceite.

El tono de voz con que el extranjero le dijo esto ultimo, alarmó a Aladino. Por un momento penso huir, pero cambio de idea al recordar la moneda de plata y toda la comida que su madre podía comprar con ella.

-No se preocupe, le traeré su lampara, - dijo Aladino mientras se deslizaba por la estrecha abertura.

Una vez en el interior, Aladino vio una vieja lampara de aceite que alumbraba débilmente la cueva. Cual no seria su sorpresa al descubrir un recinto cubierto de monedas de oro y piedras preciosas.

"Si el extranjero solo quiere su vieja lampara -pensó Aladino-, o esta loco o es un brujo. Mmm, ¡tengo la impresión de que no esta loco! ¡Entonces es un ... !"

-¡La lampara! ¡Tráemela inmediatamente!- grito el brujo impaciente.

-De acuerdo pero primero déjeme salir -repuso Aladino mientras comenzaba a deslizarse por la abertura.

¡No! ¡Primero dame la lampara! -exigió el brujo cerrándole el paso

-¡No! Grito Aladino.

-¡Peor para ti! Exclamo el brujo empujándolo nuevamente dentro de la cueva. Pero al hacerlo perdió el anillo que llevaba en el dedo el cual rodó hasta los pies de Aladino.

En ese momento se oyó un fuerte ruido. Era el brujo que hacia rodar una roca para bloquear la entrada de la cueva.

Una oscuridad profunda invadió el lugar, Aladino tuvo miedo. ¿Se quedaría atrapado allí para siempre? Sin pensarlo, recogió el anillo y se lo puso en el dedo. Mientras pensaba en la forma de escaparse, distraídamente le daba vueltas y vueltas.

De repente, la cueva se lleno de una intensa luz rosada y un genio sonriente apareció.

-Soy el genio del anillo. ¿Que deseas mi señor? Aladino aturdido ante la aparición, solo acertó a balbucear:

-Quiero regresar a casa.

Instantáneamente Aladino se encontró en su casa con la vieja lampara de aceite entre las manos.

Emocionado el joven narro a su madre lo sucedido y le entregó la lampara.

-Bueno no es una moneda de plata, pero voy a limpiarla y podremos usarla.

La esta frotando, cuando de improviso otro genio aun más grande que el primero apareció.

-Soy el genio de la lampara. ¿Que deseas? La madre de Aladino contemplando aquella extraña aparición sin atreverse a pronunciar una sola palabra.

Aladino sonriendo murmuró:

-¿Porque no una deliciosa comida acompañada de un gran postre?

Inmediatamente, aparecieron delante de ellos fuentes llenas de exquisitos manjares.

Aladino y su madre comieron muy bien ese día y a partir de entonces, todos los días durante muchos años.

Aladino creció y se convirtió en un joven apuesto, y su madre no tuvo necesidad de trabajar para otros. Se contentaban con muy poco y el genio se encargaba de suplir todas sus necesidades.

Un día cuando Aladino se dirigía al mercado, vio a la hija del Sultán que se paseaba en su litera. Una sola mirada le bastó para quedar locamente enamorado de ella. Inmediatamente corrió a su casa para contárselo a su madre:

-¡Madre, este es el día más feliz de mi vida! Acabo de ver a la mujer con la que quiero casarme.

-Iré a ver al Sultán y le pediré para ti la mano de su hija Jazmin dijo ella.

Como era costumbre llevar un presente al Sultán, pidieron al genio un cofre de hermosas joyas.

Aunque muy impresionado por el presente el Sultán preguntó:

-¿Cómo puedo saber si tu hijo es lo suficientemente rico como para velar por el bienestar de mi hija? Dile a Aladino que, para demostrar su riqueza debe enviarme cuarenta caballos de pura sangre cargados con cuarenta cofres llenos de piedras preciosas y cuarenta guerreros para escoltarlos.

La madre desconsolada, regreso a casa con el mensaje. -¿Dónde podemos encontrar todo lo que exige el Sultán? -preguntó a su hijo.

Tal vez el genio de la lampara pueda ayudarnos -contestó Aladino. Como de costumbre, el genio sonrió e inmediatamente obedeció las ordenes de Aladino.

Instantáneamente, aparecieron cuarenta briosos caballos cargados con cofres llenos de zafiros y esmeraldas. Esperando impacientes las ordenes de Aladino, cuarenta Jinetes ataviados con blancos turbantes y anchas cimitarras, montaban a caballo.

-¡Al palacio del Sultán!- ordenó Aladino.

El Sultán muy complacido con tan magnifico regalo, se dio cuenta de que el joven estaba determinado a obtener la mano de su hija. Poco tiempo después, Aladino y Jazmin se casaron y el joven hizo construir un hermoso palacio al lado de el del Sultán (con la ayuda del genio claro esta).

El Sultán se sentía orgulloso de su yerno y Jazmin estaba muy enamorada de su esposo que era atento y generoso.

Pero la felicidad de la pareja fue interrumpida el día en que el malvado brujo regreso a la ciudad disfrazado de mercader.

-¡Cambio lamparas viejas por nuevas! -pregonaba. Las mujeres cambiaban felices sus lamparas viejas.

-¡Aquí! -llamó Jazmin-. Tome la mía también entregándole la lampara del genio.

Aladino nunca había confiado a Jazmin el secreto de la lampara y ahora era demasiado tarde.

El brujo froto la lampara y dio una orden al genio. En una fracción de segundos, Jazmin y el palacio subieron muy alto por el aire y fueron llevados a la tierra lejana del brujo.

-¡Ahora serás mi mujer! -le dijo el brujo con una estruendosa carcajada. La pobre Jazmin, viéndose a la merced del brujo, lloraba amargamente.

Cuando Aladino regreso, vio que su palacio y todo lo que amaba habían desaparecido.

Entonces acordándose del anillo le dio tres vueltas. -Gran genio del anillo, ¿dime que sucedió con mi esposa y mi palacio? -preguntó.

-El brujo que te empujo al interior de la cueva hace algunos años regresó mi amo, y se llevó con él, tu palacio y esposa y la lampara -respondió el genio.

Tráemelos de regreso inmediatamente -pidió Aladino.

-Lo siento, amo, mi poder no es suficiente para traerlos. Pero puedo llevarte hasta donde se encuentran. Poco después, Aladino se encontraba entre los muros del palacio del brujo. Atravesó silenciosamente las habitaciones hasta encontrar a Jazmin . Al verla la estrechó entre sus brazos mientras ella trataba de explicarle todo lo que le había sucedido.

-¡Shhh! No digas una palabra hasta que encontremos una forma de escapar -susurró Aladino. Juntos trazaron un plan. Jazmin debía encontrar la manera de envenenar al brujo. El genio del anillo les proporciono el veneno.

Esa noche, Jazmin sirvió la cena y sirvió el veneno en una copa de vino que le ofreció al brujo.

Sin quitarle los ojos de encima, espero a que se tomara hasta la ultima gota. Casi inmediatamente este se desplomo inerte.

Aladino entró presuroso a la habitación, tomó la lampara que se encontraba en el bolsillo del brujo y la froto con fuerza.

-¡Cómo me alegro de verte, mi buen Amo! -dijo sonriendo-.

¿Podemos regresar ahora?

-¡Al instante!- respondió Aladino y el palacio se elevo por el aire y floto suavemente hasta el reino del Sultán.

El Sultán y la madre de Aladino estaban felices de ver de nuevo a sus hijos. Una gran fiesta fue organizada a la cual fueron invitados todos los súbditos del reino para festejar el regreso de la joven pareja.

Aladino y Jazmin vivieron felices y sus sonrisas aun se pueden ver cada vez que alguien brilla una vieja lampara de aceite.

martes, 26 de mayo de 2009

A jugar recordando!

  • Solo tenes que prestar mucha atencion y recordar.
  • Tenes que hacer click en los cuadraditos que van a aparecer y acordarte cual de los amigos vas descubriendo .
  • Acordate es por tiempo el juego es popr tiempo . A jugar!








Juguemos a vestir a Ariel

  • Podes crearle tu propio estilo a esta princesa
  • Solo tenes que hacer un click en la burbujas que aparecen al costado de Ariel, y empeza a crearle tu estilo a la princesa del Mar.







A jugar pensando!

  • Debes armar el rompecabezas siguiendo el dibujo que tenes en el fondo.
  • Son 50 piezas para que te diviertas jugando y pensando







A jugar pintando!

  • Para ver el dibujo en tamaño grande haga click sobre la imagen.
  • Para imprimir el dibujo haga click sobre la imagen y luego vaya al menu Archivo Imprimir.




La Sirenita


El viento soplaba fuertemente y la mar estaba tranquila, los marineros sabían que el Rey Tritón, el soberano de todos los mares, debía de estar de buen humor. El barco real navegaba apaciblemente sobre las aguas ajeno a las maravillas de las profundidades marinas.

Después de dejarte llevar por corrientes marinas, tras la gran gruta del arrecife de coral se encuentra el palacio real de Atlántica. Un gran concierto se celebra dirigido por el consejero y músico real de la corte, el cangrejo Sebastián.

Sebastián es un simpático personaje influenciado con los ritmos del calipso en el que el rey Tritón confía a sus hijas. Todo esta preparado para el acontecimiento mas esperado del reino, la presentación en sociedad de la hija pequeña del rey, Ariel, que acaba de cumplir los 16 años. Pero...

Ariel con su rebelde melena roja buceaba por otros arrecifes en busca de objetos humanos perdidos en algún naufragio. El último galeón tenía un aspecto tenebroso pero a pesar de las advertencias de su mejor amigo, Flounder, un pez payaso ella continúa en su búsqueda. Por aquí o por allá todo lo que veía se le antojaba hermoso, bellísimo, lindismo. Llama su atención algo para ella espectacular con una rara forma. No le importa lo que sea, su amiga de la superficie, la alocada gaviota Scuttle le dirá que es y para que sirve. Sus ojos se ciegan con el resplandor de algo al fondo del galeón. Sin pensárselo Ariel recoge el utensilio y lo guarda en su bolsa. Nada mas depositarlo en su interior Flounder corre tras ella, un tiburón surgido de la nada los acecha. Ariel y su amigo corren buscando una salida. Tras recorrer largo tramo ponen fin a la carrera al atrapar al dichoso perseguidor en la anilla de un ancla.

Ya a salvo del peligro Scuttle observa las cosas de humanos que Ariel ha traído. Nuestra alocada gaviota nunca acierta en sus explicaciones pero es tan graciosa que nuestra querida sirena la escucha atentamente. Lo que al darse cuenta del tiempo se acuerda del concierto en su honor y sale nadando lo mas rápido que sus aletas le dan. Ariel no se da cuenta que esta siendo observada muy de cerca por los secuaces de Ursula, la bruja del mar.

Sebastián y el Rey Tritón la esperan indignadísimos. El concierto ha sido un desastre pues lo han suspendido. Ariel y su padre discuten acaloradamente, pues ella cree que ya no es ninguna niña que deban cuidar. Para ayudarla, Flounder trata de explicar el por que de su retraso y en esto que no se da cuenta y les dice que han subido a la superficie. Esto es algo que todo el mundo marino tiene prohibido, todo contacto con los humanos esta castigado. Tanto Tritón como su hija no se entiende y esta escapa a su pequeño refugio tras una entrada escondida que da a una gruta repleta de artilugios, utensilios y de mas parafernalia humana. Allí Ariel se pregunta como un mundo que es tan maravilloso como es el fondo del mar le puede prohibir descubrir que hay más allá. Como será que el sol te de en la cara, o como debe ser el tacto de la arena seca...

Sebastián intenta que Ariel ponga sus aletas en el agua pero sus palabras desaparecen cuando algo en la superficie llama su atención. Sin pensárselo dos veces la princesita marina sube a ver que es. No sale de su asombro, es el galeón real y parecen celebrar algo. Los fuegos de artificio llenan de luz la noche y aun acentúan más las ganas de Ariel en descubrir a sus tripulantes.
Allí todo el mundo baila, canta y beben. Celebran el cumpleaños del príncipe Eric, un apuesto muchacho de morenos cabellos, que baila alrededor de su perro Max mientras toca una flauta. Ariel no puede apartar su mirada del muchacho siente que se a enamorado. Los latidos del corazón se aceleran cada vez mas cuando un trueno la despierta de su sueño. Una tormenta empieza a azotar de repente llevando al traste la fiesta. Las olas hacen que el barco no se pueda manipular y los lleva a la deriva donde choca contra unas rocas. Todos saltan al agua antes de que sea tarde. Eric al intentar rescatar a Max se queda atorado y el fuego hace explotar la pólvora que quedaba de los fuegos artificiales. Los marineros quedan atónitos pues creen perder a su príncipe. Ariel que lo esta presenciando todo nada al rescate de Eric que solo esta desmayado, poniéndolo a salvo en la playa. Lo contempla a la luz del sol donde observa que aun es más bello de lo que imaginaba y es cuando el corazón de Ariel se pone a cantar. Eric al oír la voz cree estar en un sueño. Pronto vienen su perro Max y el consejero real a rescatarlo. Ariel sale disparada al agua antes de ser descubierta. Sebastián el pobre intenta mantener la calma y espera que el Rey no se entere de todo esto que a pasado. No puede imaginar que un ser maligno prepara algo para estropear la dichosa paz de Atlántica. Nuestra sirena y Eric, se han enamorado, ¿volverán a reunirse?

Ursula, la bruja del mar, no da crédito a lo que esta sucediendo. La muchachita esta enamorada de un humano y no uno cualquiera, si no, de un príncipe. Ella ríe maliciosamente a carcajadas disfrutando de imaginarse a Tritón con la noticia.

A la mañana siguiente todo sigue con normalidad excepto por que Ariel anda por aquí y por allá canturreando para ella sola y nadie obvia de que la niña esta enamorada. El cangrejo Sebastián intenta sin ningún resultado hacer que Ariel se venga a razones. Sabe que su amor esta destinado al fracaso. En su reino se prohíbe el contacto del mundo humano con el de las sirenas pero Ariel no presta ninguna atención.

Flounder a podido rescatar la estatua del príncipe que le habían regalado a Eric y la ha ocultado en la gruta secreta. Ariel totalmente sorprendida baila alrededor imaginando mil cuentos de hadas. En esto que Tritón hace su aparición totalmente enfadado. Por una equivocación Sebastián lo ha informado y este no viene de muy buenas. Tritón viendo que su hija no entiende a razones levanta su incandescente tridente y empieza a destruir todo lo humano que allí se encontraban. Las lágrimas de la pequeña Ariel no lo detienen e incluso rompe su objeto más valioso, la estatua de Eric. Tras la sombra de Tritón cae Ariel llorando desconsoladamente. El rey sabe que muy bien no ha actuado pero de alguna manera la alocada sirena tenia que aprender que es peligroso el mundo fuera del mar.

Tras desaparecer Tritón dos morenas hacen su aparición en escena. Se tratan de los secuaces de Ursula que la convencen de que la bruja podría ayudarla a conocer el mundo exterior y es más, a enamorar al príncipe y quedarse juntos para siempre. Ariel no confía mucho pero que puede hacer si ama con locura a Eric.

A cambio de su voz la bruja le da un par de piernas y el trato de que si en tres días es capaz de enamorar al príncipe y hacer que la bese de verdad la dejara con piernas para siempre, de lo contrario, si no es capaz e hacerlo la volverá sirena y pertenecerá a ella en forma de alga marina.

Ariel estrena sus piernas y lo primero que se encuentra es al príncipe. Eric se ilusiona por que cree que es la chica que lo rescato y al preguntarle ve que es muda con lo cual se entristece por que no es lo que esperaba. Ariel se desespera pero al ver que el príncipe la atiende se siente feliz. Nuestra pequeña sirena es atendida como una autentica princesa y es vestida con los mejores lujos. Cuando llega ante Eric en el salón comedor este no puede apartar su mirada. Esta tan linda que le parece sacada de un cuento de hadas. Tras la comida el príncipe le ofrece enseñarle el reino y darle un paseo por los alrededores. Impaciente los amigos de Ariel se preguntan si ya la besó pero Eric, que aun piensa en la chica de la playa, no da ningún paso. Así que Flounder, Scuttle y Sebastián se ponen manos a la obra y lo incitan a besarla con una canción que le susurran al oído.

Cuando esta a punto de besarla, motivado por la situación, caen al agua por culpa de dos morenas que andaban por allí. Ursula no puede ver que Ariel tiene más posibilidades de lo que ella creía. Así que sin piedad utiliza unos de sus hechizos para convertirse en una bella humana para meter sus tentáculos en el asunto y no dejar que la sirena triunfe.

Esa noche mientras Ariel descansa en su cuarto el príncipe Eric toma la decisión de declararse a Ariel. Se dispone a ir a la habitación de la chica cuando cree oír una voz. Es la voz de la chica que lo salvo, no puede ser lo que ven sus ojos, es ella aproximándose por la playa. Un brillo perturbante se apodera del alma de Eric.

A la mañana siguiente Scuttle vuela feliz por los cielos canturreando la marcha nupcial. Llega al cuarto donde Ariel duerme tranquilamente. Esta la felicita por el compromiso y le cuenta que al fin a conseguido echarle el lazo al príncipe. Sebastián y Ariel no salen de su asombro y la pequeña sale corriendo a por su amado. Lo que encuentra no le hace mucha gracia. Eric esta presentando a una chica, Vanessa, como prometida a su consejero. El barco donde se celebrara la ceremonia zarpara al atardecer y quiere que todo este listo. Ariel no cabe en su desesperación y sale corriendo plagada de lágrimas. Impotente y sin saber que hacer Ariel se queda en el muelle viendo como el barco se aleja. En esto que como de costumbre ajena a todo vuela Scuttle por los alrededores del barco y escucha cantar en uno de los habitáculos del galeón y lo que ve tras el ojo de buey no es plato de buen gusto. Resulta ser que Vanessa no es otra que la bruja del mar disfrazada y que con la voz robada de Ariel ha hipnotizado al príncipe.

La Gaviota sale en busca de Ariel para contárselo y ponerse manos a la obra para hacer algo para que no ocurra esa desgracia. Ariel como puede y con la ayuda de Flounder intenta llegar al barco. Scuttle pone en guardia a todos los animales posibles para detener la boda mientras Sebastián va en busca del Rey Tritón.

En una guerra del mundo animal contra la bruja del mar, Scuttle y Max, el perro de Eric, hacen que caiga la concha donde Ursula guardaba la voz y se rompa y la sirenita recupere la voz. Roto el hechizo Eric la reconoce, va a besarla cuando ya es demasiado tarde y Ariel recupera su autentica forma. Ursula no perdona y la coge y se la lleva al fondo del océano donde el Rey Tritón esperaba para enfrenarla. Debido a que el contrato que hicieron ella y Ariel es autentico es irrompible y tritón lo único que puede hacer es cambiarse por su hija. Ariel desesperada se va hacia Ursula y cuando la tiene por los pelos Eric, que se ha lanzado al mar, la hiere con un arpón en el brazo. Ursula enfurecida se dispone a acabar con la vida del príncipe y nuestra sirena se lo impide haciendo fallar su tiro y acabando con sus propios secuaces. Ariel y Eric escapan pero Ursula con el poder del tridente de Tritón aumenta su tamaño y amenaza con acabar con todo. Separa a los amantes. Mientras Eric va a parar a un rescatado galeón hundido, Ariel cae en un torbellino que la bruja ha provocado para matarla. Ursula levanta el tridente para acabar con todo el amor eterno y es Eric que con el galeón la atraviesa de lleno acabando con su vida. Ya pueden respirar tranquilos tanto el reino marino como Eric y su sirena. Todo vuelve a la normalidad pero aun queda algo por hacer. Tritón entiende que los hijos deben tener libertad de decidir que hacer con su vida y tener la posibilidad de confundirse y de que realmente ama al príncipe Eric. Así que da a su hija unas bellas piernas. Feliz Eric y Ariel se casan celebrándolo con todos, el mundo de los humanos y el marino. Cariñosamente despiden a Ariel y la ven partir bajo un arco iris lleno de esperanzas.




FIN

jueves, 21 de mayo de 2009

A jugar cantando!

Canciones infantiles
Aca les dejo la letra de la famosa cancion de pinocho y al final encontraras un video con la misma cancion asi sigas divirtiendote con este hermoso personaje.




Hasta el viejo hospital de los muñecos
llego el pobre pinocho malherido,
un cruel espantapájaros bandido
lo sorprendió durmiendo y lo ataco
Llego con su nariz hecha pedazos
una pierna en tres partes astillada
una lesión interna y delicada
que el medico de guardia lo atendió

A un viejo cirujano llamaron con urgencia
y con su vieja ciencia pronto lo remendó,
pero dijo a los otros muñecos internados
todo esto sera en vano le falta el corazón

El caso es que pinocho estaba grave
en si de su desmayo no volvía
y el viejo cirujano no sabia
a quein pedir prestado un corazón,

Entonces llego el hada protectora
y viendo que pinocho se moría
le puso un corazón de fantasía
y pinocho sonriendo despertó
Pinocho, pinocho hay pobre pinocho

Entonces llego el hada protectora
y viendo que pinocho se moría
le puso un corazón de fantasía
y pinocho sonriendo despertó
y pinocho sonriendo despertó.





A jugar pensando!

  • Debes armar el rompecabezas siguiendo el dibujo que tenes en el fondo.
  • Son 50 piezas para que te diviertas jugando y pensando





A jugar pintando!

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Pinocho

  • Parte 1





  • Parte 2






  • Parte 3






  • Parte 4






  • Parte 5







  • Parte 6





  • Parte 7






  • Parte 8






  • Parte 9






  • Parte 10




Pinocho



El pequeño Juan Grillo caminaba a paso ligero por el campo, cuando lo sorprendió la noche. Un poco atemorizado, buscó con la mirada un sitio abrigado donde pasar la noche, y con gran alegría vio, no lejos del lugar donde estaba, una linda casita en cuya ventana se veía luz. Se acercó rápidamente, y sin hacer ruido se coló por una rendija. Se halló así en una agradable habitación, y ante un curioso espectáculo. Un viejecito alegre y simpático trabajaba con entusiasmo una madera que, poco a poco, iba tomando la forma de un muñeco. Al cabo de un rato, luego de hacer algunos cortes y retoques el buen viejo, que se llamaba Gepetto, tuvo entre sus manos un lindo muñeco de ojitos vivaces y alegres; pero con una nariz muy larga, que le daba un cómico aspecto.

-Eres un chico muy simpático- dijo Gepetto-. Te llamaré Pinocho, que es un bonito nombre para ti, y que sin duda te hará feliz.

Y muy satisfecho con su obra, y un poco cansado por el trabajo Gepetto dio las buenas noches a Pinocho y se retiró a dormir. El Grillo se disponía a hacer lo mismo, cuando de pronto vio que una luz azul iluminaba la pieza. Se volvió rápidamente, y vio entrar por la ventana a una hermosa hada: el Hada Azul, la amiga de los niños. El Hada Azul se acercó a la mesa donde Pinocho había quedado tieso y erguido tal cual lo dejó su padre, y lo tocó con su varita mágica.

-Ahora podrás hablar y caminar- le dijo- y si eres bueno, algún día te convertirás en un niño verdadero.

Y después de decir esto, desapareció.

Pinocho dio un salto en su mesa y lanzó un grito de alegría. Juan Grillo lo miraba asombrado, sin convencerse de lo que veía. Pinocho, al verle, lo saludó alegremente: poco después, al cabo de un rato de charla, y aun cuando Pinocho era un tanto impertinente, se habían hecho grandes amigos.

Al día siguiente, el buen Gepetto casi se muere de alegría al ver a su muñeco convertido en un ser animado, Desde ese momento, lo consideró como un hijo, y decidió mandarlo a la escuela. Compró libros, lápices y cuadernos, y un buen día partió Pinocho, aunque sin mucha gana, camino de la escuela. Y sucedió que en el camino encontró a un Gato ciego y a una Zorra renga que pedían limosna, y se puso a conversar con ellos. El Gato y la Zorra eran dos pillos que fingían sus desgracias par engañar a la gente; y al cabo de un rato, habían convencido a Pinocho de que eso de ir a la escuela era una tontería..

-Mira, bobo - dijeron- , es mucho más divertido el teatro de títeres que funciona no lejos de aquí. Vete allí, que de todos modos tu padre no se enterará, y tu lo vas a pasar bien.

Pinocho se tentó; y reflexionando que, realmente, el colegio debía ser algo muy aburrido, se fue resuelto al teatrillo. Por cierto que lo pasó muy bien. Tanto le gustó, que subió al tablado, se mezcló con los títeres y divirtió a todo el mundo. Pero al cabo de un rato, ya cansado, pensó en volver a su casa. Y entonces ocurrió que el dueño del teatro no le permitió que se retirara. ¿Qué había pasado? Pues que los dos pillos, el Gato y la Zorra, habían vendido a Pinocho al dueño del teatro, como un muñeco más.

-He pagado por ti -decía furioso el dueño- y no permitiré que te vayas. ¿Pretendes burlarte de mí?

Pinocho, desesperado, se puso a llorar, ¿Qué otra cosa podía hacer? Estaba muy arrepentido de lo que había hecho, sobre todo cuando pensaba en su papá, y cada vez lloraba con más fuerza. Por fin, tantas lágrimas conmovieron al dueño dl teatro, que consintió en que se fuera; y no sólo eso, sino que, enterado de la historia de Pinocho, le dio cinco monedas de oro y un buen consejo.

-Llévalas a tu padre -dijo- y no dejes de obedecerle nunca.

Pinocho secó sus lágrimas y partió alegre y feliz, de regreso al hogar. Pero, ¡pobre muñeco! Volvió a tropezar nuevamente con el gato y la Zorra, que, saludándolo muy amablemente, le preguntaron adónde iba.

-Voy a casa de mi padre -dijo- a llevarle estas cinco monedas de ora que me ha dado el titiritero.

El Gato y la Zorra se miraron con picardía.

-¿Y con sólo cinco monedas estás tan contento? -dijeron-. Pues nosotros podemos conseguir todas las que queremos.

Pinocho abrió los ojos como platos. ¿Era verdad aquello? Y, entre asombrado y curioso, quiso saber cómo era eso. Entonces, entre risas y guiños disimulados, el Gato y la Zorra le dijeron que en el País de los Búhos existía un lugar donde se podían sembrar centavos y brotaban árboles de relucientes monedas de oro. Claro que para llegar hasta allí era necesario caminar mucho, mucho tiempo, y sobre todo, no volver para nada a casa de papá. Pinocho, enloquecido al pensar que tendría mucho más dinero si sembraba las cinco monedas que le diera el titiritero, no dudó ya. Ilusionado y feliz, dio las gracias a los dos pillos, se despidió de ellos y partió para su largo viaje al País de los Búhos. -A mi regreso -pensó- traeré los bolsillos llenos y mi padre me abrazará satisfecho. Sentirá tanta alegría entonces, que no será difícil que me perdone mi escapada.

Caminó, pues, Pinocho en la dirección que le habían dado, y al cabo de mucho tiempo llegó al País de los Búhos. Buscó entonces un lugar que le pareció adecuado, hizo un hoyo en la tierra y plantó las cinco monedas. Volvió a cubrir el hoyo, regó la tierra, y muy satisfecho se retiró a dormir porque ya era muy tarde. Al día siguiente volvió presuroso al lugar. No había allí ningún árbol con monedas; nada más que los mismos árboles comunes que viera el día anterior. Entonces, un poco asustado, comenzó a remover la tierra, buscando sus cinco monedas; no las halló tampoco. Y en esto estaba, cuando de pronto sintió, desde lo alto de un árbol, una estridente carcajada. Levantó los ojos y vio que, sentado en la rama de un árbol, un papagayo de brillantes colores lo miraba burlonamente y se reía a más y mejor.

-¿Por qué te ríes? -preguntó Pinocho, que se sentía muy afligido.

-Me río de los tontos -dijo el papagayo- que creen que sembrando centavos brotarán árboles de monedas.

-¿Y acaso no es eso verdad? -preguntó Pinocho.

-Mira -respondió el papagayo-, la única verdad es que tú siembras las monedas, y cuando te vas, vienen dos pillos y te las roban. Eso se llama engañar a los bobos.

Pinocho lo comprendió todo al fin; lloró desconsoladamente, y como siempre cuando se sentía desdichado, pensó en su padre y deseó volver a su lado. Emprendió, pues, el camino de regreso a su hogar, y poco más adelante, tuvo la feliz sorpresa de sentir a su lado al buen Juan Grillo, que no lo abandonaba nunca en los momentos difíciles. Llevaban ya mucho tiempo de andar por el sendero que conducía a su casa, cuando sintieron de pronto un alegre tintineo de campanillas. Pinocho se volvió, y vio venir hacia él un enorme coche, algo así como una diligencia, tirada por burros y cargada de niños que reían y charlaban.

Se detuvo Pinocho, y cuando estuvieron junto a él, el cochero le invitó a subir.

-¿Adónde van? -preguntó Pinocho.

-Vamos al País de los Juguetes -respondió el nombre, que tenía cara de pocos amigos-. Allá los niños se pasan el día jugando, sin pensar en ir a la escuela, ni hacer los deberes. ¿Quieres venir con nosotros?

Pinocho, sin pensarlo más, aceptó; y a pesar del mal aspecto del cochero, subió al coche y partió con la alegre caravana. Tras él subió también Juan Grillo, el fiel amigo que lo seguía en sus aventuras.

Después de mucho andar, llegaron por fin al delicioso País de los Juguetes. Bajaron todos los niños del coche y fueron acomodándose en las casitas que se levantaban en el país. ¡Se sentían todos tan felices! Era una alegría no acordarse de maestros, ni de escuelas, ni deberes, ni de todas esas cosas tan aburridas. Y en cuanto a Pinocho, por supuesto, ya ni se acordaba de su papá. Siempre le sucedía lo mismo cuando se sentía feliz.

Entre todos aquellos niños de carne y hueso, encontró nuestro muñeco un amigo, con quien jugaba y paseaba los días enteros. Y ocurrió que un día en que Pinocho fue a buscarle a su casa, su amigo se negó a salir. Pinocho no volvía de su asombro. El niño tenía puesto el sombrero, pero no quería acompañarlo. Tanto insistió Pinocho, que al cabo su compañero, con la cara enrojecida de vergüenza, le confesó la verdad: quitóse el gorro, y Pinocho, con los ojos abiertos como platos, vio que a su amigo le habían crecido las orejas como las de un burro. Asustado, quiso echar a correr, pero no tenía fuerzas. Y de pronto, aumentó su temor: pensó que también a él podía pasarle lo mismo. Se acercó temblando a un espejo, y rojo de vergüenza, vio allí reflejado su rostro con dos enormes orejas puntiagudas. y no era eso solo; había algo peor todavía. Además de las orejas de burro, una larga cola salía por los pantalones de los dos niños. ¡Cómo lloró Pinocho! ¡Y cómo suplicó a Juan Grillo, el fiel amigo, que lo sacara de allí! Quería volver junto a su padre, ir a la escuela, y no ser nunca un burro de feas orejas. Juan Grillo, le ayudó como siempre, y un día feliz huyeron los dos de aquel país en busca de Gepetto.

Después de muchos días de viaje, llegaron por fin a la linda casita del buen viejo. Pinocho Bailaba de contento, y el corazón le saltaba alegremente en el pecho, tanta era su emoción. Pero no habían terminado sus desdichas. En lugar de Gepetto, hallaron allí una carta suya explicando que había salido al mar en busca de Pinocho, y que lo había devorado una ballena. Otra vez corrieron abundantes lágrimas por las mejillas de madera de Pinocho, y otra vez rogó a Juan Grillo que lo acompañara a buscar a su papá.

Se fueron, pues, caminando hasta la orilla del mar, y allí tomaron una pequeña barca. Las olas los sacudían a veces con fuerza, pero Pinocho sólo pensaba ahora en su padre y no sentía temor alguno. De pronto, allá muy lejos, vieron en medio del mar una forma oscura que parecía una isla.

-¡Mira, Grillo! -gritó Pinocho- ¡Esa es la ballena!

Así era, en efecto. Se acercaron lentamente, y cuando llegaron pudieron ver con gran alegría que la ballena estaba profundamente dormida y con la boca abierta. Aquella enorme boca parecía una verdadera cueva; Pinocho, decidido, saltó de la barca y se metió por ella. Juan Grillo le siguió.

Empezaron así a recorrer el largo túnel del interior de la ballena, que cada vez se hacía más oscuro. Pinocho tocaba las paredes para guiarse, y llamaba a su papá. Pero nadie le contestaba. Por fin, de pronto, lanzó un grito de alegría. Había visto una pequeña lucecita.

-Grillo, aquella lámpara debe ser la de papá -dijo.

Así era. Gepetto, sentado frente a una mesa, escribía a la luz de la lámpara. Pinocho se lanzó corriendo hacia él y le tendió los brazos. ¡Con cuánta emoción lo abrazó Gepetto, y cómo lloraron los dos con alegría al verse! Pero no había que perder tiempo. Era preciso salir antes que la ballena despertase. Con muchas precauciones salieron los tres por donde habían entrado y volvieron a la barca. La enorme ballena siguió durmiendo tranquilamente.

Cuando por fin estuvieron otra vez reunidos en la tranquila casita, Pinocho contó a su padre todo cuanto le había sucedido desde que se separara de él, y le suplicó que lo perdonara. Gepetto quería tanto a su muñeco, que no le costó ningún trabajo perdonarlo, sobre todo porque advirtió que Pinocho estaba sinceramente afligido por todo lo que había hecho. -No me iré nunca de tu lado, papá querido- aseguraba el muñeco- y te prometo que voy a ir a la escuela.

Y así estaban, felices y contentos, cuando otra vez como en la noche que nació Pinocho, iluminó la salita una viva luz azul, y apareció el Hada. Se acercó suavemente, y dijo:

-Pinocho, a pesar de ser muy travieso, tienes buenos sentimientos. Quieres mucho a tu padre, y estás muy arrepentido de haberlo afligido tanto. Estoy segura de que poco a poco te irás corrigiendo. Y para premiarte por todo el cariño que sientes por tu buen papá, he de convertirte en un niño verdadero de carne y hueso; y espero que llegarás a ser un hombre de provecho.

Al decir esto, lo tocó con su varita mágica, y desapareció. De este modo, el simpático muñeco de madera, el de la larga nariz, quedó convertido en un niño verdadero. Y fue un hijo excelente para Gepetto

Fin.

Caperucita Roja

  • Aca les dejo este videocuento asi sigan disfrutando de esta hermosa historia


A jugar pintando!

Segui disfrutando de este hermoso cuento pintando a Caperucita:

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A jugar con caperucita y el lobo!

  • Debes tratar de ayudar a Caperucita a llegar a la casa de su abuela juntando todas las galletas sin que la atrape el Lobo. Suerte y a jugar!!




miércoles, 20 de mayo de 2009

Caperucita Roja


Había una vez una niña muy bonita. Su madre le había hecho una capa roja y la muchachita la llevaba tan a menudo que todo el mundo la llamaba Caperucita Roja. Un día, su madre le pidió que llevase unos pasteles a su abuela que vivía al otro lado del bosque, recomendándole que no se entretuviese por el camino, pues cruzar el bosque era muy peligroso, ya que siempre andaba acechando por allí el lobo.
Caperucita Roja recogió la cesta con los pasteles y se puso en camino. La niña tenía que atravesar el bosque para llegar a casa de la Abuelita, pero no le daba miedo porque allí siempre se encontraba con muchos amigos: los pájaros, las ardillas... De repente vio al lobo, que era enorme, delante de ella. - ¿A dónde vas, niña?- le preguntó el lobo con su voz ronca. - A casa de mi Abuelita- le dijo Caperucita. - No está lejos- pensó el lobo para sí, dándose media vuelta. Caperucita puso su cesta en la hierba y se entretuvo cogiendo flores: - El lobo se ha ido -pensó-, no tengo nada que temer{
La abuela se pondrá muy contenta cuando le lleve un hermoso ramo de flores además de los pasteles. Mientras tanto, el lobo se fue a casa de la Abuelita, llamó suavemente a la puerta y la anciana le abrió pensando que era Caperucita. Un cazador que pasaba por allí había observado la llegada del lobo. El lobo devoró a la Abuelita y se puso el gorro rosa de la desdichada, se metió en la cama y cerró los ojos. No tuvo que esperar mucho, pues Caperucita Roja llegó enseguida, toda contenta.
La niña se acercó a la cama y vio que su abuela estaba muy cambiada. - Abuelita, abuelita, ¡qué ojos más grandes tienes! - Son para verte mejor- dijo el lobo tratando de imitar la voz de la abuela. - Abuelita, abuelita, ¡qué orejas más grandes tienes! - Son para oírte mejor- siguió diciendo el lobo. - Abuelita, abuelita, ¡qué dientes más grandes tienes! - Son para...¡comerte mejoooor!- y diciendo esto, el lobo malvado se abalanzó sobre la niñita y la devoró, lo mismo que había hecho con la abuelita. Mientras tanto, el cazador se había quedado preocupado y creyendo adivinar las malas intenciones del lobo, decidió echar un vistazo a ver si todo iba bien en la casa de la Abuelita.
Pidió ayuda a un segador y los dos juntos llegaron al lugar. Vieron la puerta de la casa abierta y al lobo tumbado en la cama, dormido de tan harto que estaba. El cazador sacó su cuchillo y rajó el vientre del lobo. La Abuelita y Caperucita estaban allí, ¡vivas!.
Para castigar al lobo malo, el cazador le llenó el vientre de piedras y luego lo volvió a cerrar. Cuando el lobo despertó de su pesado sueño, sintió muchísima sed y se dirigió a un estanque próximo para beber. Como las piedras pesaban mucho, cayó en el estanque de cabeza y se ahogó. En cuanto a Caperucita y su abuela, no sufrieron más que un gran susto, pero Caperucita Roja había aprendido la lección. Prometió a su Abuelita no hablar con ningún desconocido que se encontrara en el camino. De ahora en adelante, seguiría las juiciosas recomendaciones de su Abuelita y de su Mamá.

FIN

El gato con botas

  • Divertite mirando un corto de Walt Disney







Videos tu.tv

A jugar pintando!!

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El Gato con Botas




Érase una vez un viejo molinero que tenía tres hijos. Acercándose la hora de su muerte hizo llamar a sus tres hijos. "Mirad, quiero repartiros lo poco que tengo antes de morirme". Al mayor le dejó el molino, al mediano le dejó el burro y al más pequeñito le dejó lo último que le quedaba, el gato. Dicho esto, el padre murió.


Mientras los dos hermanos mayores se dedicaron a explotar su herencia, el más pequeño cogió unas de las botas que tenía su padre, se las puso al gato y ambos se fueron a recorrer el mundo. En el camino se sentaron a descansar bajo la sombra de un árbol. Mientras el amo dormía, el gato le quitó una de las bolsas que tenía el amo, la llenó de hierba y dejó la bolsa abierta. En ese momento se acercó un conejo impresionado por el color verde de esa hierba y se metió dentro de la bolsa. El gato tiró de la cuerda que le rodeaba y el conejo quedó atrapado en la bolsa. Se hecho la bolsa a cuestas y se dirigió hacia palacio para entregársela al rey. Vengo de parte de mi amo, el marqués Carrabás, que le manda este obsequio. El rey muy agradecido aceptó la ofrenda.


Pasaron los días y el gato seguía mandándole regalos al rey de parte de su amo. Un día, el rey decidió hacer una fiesta en palacio y el gato con botas se enteró de ella y pronto se le ocurrió una idea. "¡Amo, Amo! Sé cómo podemos mejorar nuestras vidas. Tú solo sigue mis instrucciones." El amo no entendía muy bien lo que el gato le pedía, pero no tenía nada que perder, así que aceptó. "¡Rápido, Amo! Quítese la ropa y métase en el río." Se acercaban carruajes reales, era el rey y su hija. En el momento que se acercaban el gato chilló: "¡Socorro! ¡Socorro! ¡El marqués Carrabás se ahoga! ¡Ayuda!". El rey atraído por los chillidos del gato se acercó a ver lo que pasaba. La princesa se quedó asombrada de la belleza del marqués. Se vistió el marqués y se subió a la carroza.

El gato con botas, adelantándose siempre a las cosas, corrió a los campos del pueblo y pidió a los del pueblo que dijeran al rey que las campos eran del marqués y así ocurrió. Lo único que le falta a mi amo -dijo el gato- es un castillo, así que se acordó del castillo del ogro y decidió acercarse a hablar con él. "¡Señor Ogro!, me he enterado de los poderes que usted tiene, pero yo no me lo creo así que he venido a ver si es verdad."

El ogro enfurecido de la incredulidad del gato, cogió aire y ¡zás! se convirtió en un feroz león. "Muy bien, -dijo el gato- pero eso era fácil, porque tú eres un ogro, casi tan grande como un león. Pero, ¿a que no puedes convertirte en algo pequeño? En una mosca, no, mejor en un ratón, ¿puedes? El ogro sopló y se convirtió en un pequeño ratón y antes de que se diera cuenta ¡zás! el gato se abalanzó sobre él y se lo comió. En ese instante sintió pasar las carrozas y salió a la puerta chillando: "¡Amo, Amo! Vamos, entrad." El rey quedó maravillado de todas las posesiones del marqués y le propuso que se casara con su hija y compartieran reinos. Él aceptó y desde entonces tanto el gato como el marqués vivieron felices y comieron perdices.

FIN

lunes, 18 de mayo de 2009

A jugar pensando!

  • Debes armar el rompecabezas siguiendo el dibujo que tenes en el fondo.
  • Son 50 piezas para que te diviertas jugando y pensando




A jugar pintando!

  • Te invito a que juegues desde aca pintando a Cenicienta y el Principe.
  • Hace un click sobre los colores que estan al lado del dibujo y pintalos usando tu imaginacion.




A jugar decorando!!

  • Te invito a que juegues decorando la habitación de Cenicienta.
  • Coloca todo lo que desees en esta habitación y creale tu propio estilo a su dormitorio.




Jugemos a vestir a Cenicienta!!!

  • Podes cambiarle el look a Cenicienta.
  • Solo tenes que hacer un click sostenido sobre; las prendas , zapatos y accesorios que mas te gusten , y empeza a crearle distintos estilos a la Princesa




Cenicienta


Hubo una vez, hace mucho, mucho tiempo una joven muy bella, tan bella que no hay palabras para describirla. Se llamaba Cenicienta

Cenicienta era pobre, no tenía padres y vivía con su madrastra, una mujer viuda muy cascarrabias que siempre estaba enfadada y dando ordenes gritos a todo el mundo.
madrastra de cenicienta dando ordenes a todo el mundo

Con la madrastra tambien vivían su dos hijas, que eran muy feas e insoportables.Cenicienta era la que hacía los trabajos más duros de la casa, como por ejemplo
cenicienta lavando el suelo

limpiar la chimenea cada dia, por lo que sus vestidos siempre estaban sucios o manchados de ceniza, por eso las personas del lugar la llamaban cenicienta. Cenicienta apenas tenia amigos, solo a dos ratoncitos muy simpáticos que vivían en un agujero de la casa.

Un buen día, sucedió algo inesperado; el Rey de aquel lugar hizo saber a todos los habitantes de la región que invitaba a todas las chicas jovenes a un gran baile que se celebraba en el palacio real.
palacio del baile a donde va cenicienta

El motivo del baile era encontrar una esposa para el hijo del rey; el principe! para casarse con ella y convertirla en princesa.

La notícia llego a los oidos de cenicienta y se puso muy contenta. Por unos instantes soño con que sería ella, la futura mujer del principe. La princesa!

Pero, por desgracia, las cosas no serían tan faciles para nuestra amiga cenicienta...

La madrastra de cenicienta le dijo en un tono malvado y cruel: - Tú Cenicienta, no irás al baile del principe, porque te quedarás aqui en casa fregando el suelo, limpiando el carbon y ceniza de la chimenea y preparando la cena para cuando nosotras volvamos.

Cenicienta esa noche lloró en su habitación, estaba muy triste porque ella quería ir al baile y conocer al príncipe.

Al cabo de unos dias llegó la esperada fecha: el día del baile en palacio
hermanastras de cenicienta

Cenicienta veia como sus hermanastras se arreglaban y se intentaban poner guapas y bonitas, pero era imposible, porque eran muy feas de tan malas que eran...pero sus vestidos...eran muy bonitos!

Al llegar la noche, su madrasta y hermanastras partieron hacia el palacio real, y cenicienta, sola en casa, una vez más se puso a llorar de tristeza.

Entre llanto y llanto, dijo en voz alta: - ¿Por qué seré tan desgraciada? Por favor, si hay algun ser mágico que pueda ayudarme.. decía cenicienta con desesperación.

De pronto, sucedió algo increible; se le apareció un hada Madrina muy buena y muy poderosa.
ada madrina de cenicienta

Y con voz suave, tierna y muy agradable le dijo a cenicienta; - No llores más, te ayudaré.

De verdad ? dijo cenicienta un poco incrédula...pero como vas a ayudarme ? no tengo ningun vestido bonito para ir al baile y mis zapatos estan todos rotos!

La hada madrina saco su varita mágica y con ella toco suavemente a cenicienta, y al momento...oh!, que milagro! un maravilloso vestido apareció en el cuerpo de cenicienta, así como tambien unos preciosos zapatos.
maravilloso vestido de cenicienta

Ahora ya puedes ir al baile de palacio cenicienta, pero...ten en cuenta una cosa muy importante: tu vestido a las 12 de la noche... volverá a ser los arapos que llevas ahora.

Hay algo más que debes saber, delante de la casa te espera un carruaje que te llevará al gran baile en palacio, pero a las 12 de la noche, se transformará en una calabaza!. Bien, dijo cenicienta, ya soy feliz, solo por poder ir al baile.
carruaje cenicienta

Cuando cenicienta llego al palacio, causo mucha impresion a todos los asistentes, nadie nunca habia visto tanta belleza, cenicienta estaba preciosa!

El principe, no tardo en darse cuenta de la presencia de esa joven tan bonita. Se dirigió hacia ella y le preguntó si queria bailar.



Cenicienta, dijo si!, claro que sí! Y estuvieron bailando durante horas y horas...
el principe y la cenicienta bailando

Las hermanastras de cenicienta no la reconocieron, debido a que ella siempre iba sucia y llena de ceniza, incluso se preguntaban quien sería aquella chica tan preciosa.

Pero de repente...oh!, dijo cenicienta, son casi las 12 de la noche, mi vestido esta a punto de convertirse en una ropa sucia, y el carruaje se transformará en una calabaza!

- ¡Oh, Dios mío! ¡Tengo que irme! le dijo al príncipe que estaba en sus brazos bailando.
zapato de cristal de cenicienta

Salió a toda prisa del salon de baile bajó la escalinata hacia la salida de palacio perdiendo en su huída un zapato, que el príncipe encontró y recogió.

A partir de ese momento, el principe ya sabia quien iba a ser la futura princesa... la joven que habia perdido el zapato!, pero..caramba!, exclamo el principe, pero si no se ni como se llama, y mucho menos donde vive!

Para encontrar a la bella joven, el principe ideó un plan. Se casaría con aquella que pudiera calzarse el zapato.

Envió a sus sirvientes a recorrer todo el reino. Todas las jovenes, chicas y mujeres se probaban el zapato, pero no había ni una a que pudiera calzarse el zapato.
zapato de cenicienta

Al cabo de unas semanas, los sirvientes de palacio llegaron a casa de Cenicienta.

La madrastra llamó a sus feas hijas para que probasen el zapato, pero evidentemente no pudieron calzar el zapato.

Uno de los sirvientes del principe vio a cenicienta en un rincon de la casa, y exclamo: -eh!, tu tambien tienes que provarte el zapato!

La madrastra y sus hijas dijeron: -por favor!, como quiere usted que cenicienta sea la chica que busca el principe?, ella es pobre, siempre esta sucia y no fue a la fiesta de palacio!
cenicienta se calza el zapato

Pero cuando cenicienta se puso el zapato y le encajo a la perfeccion...todos los presentes se quedaron de piedra!, -oooh!, es ella! la futura princesa!

Inmediatamente la llevaron a palacio y a los pocos dias se casó con el príncipe, por lo que fue una princesa!

Nunca más volvío con su madrastra, vivío feliz en palacio hasta el último de sus días.

Fin


viernes, 15 de mayo de 2009

A jugar Recordando!

  • Winnie Pooh quiere que lo ayudes a encontrar a sus amigos !¿podras ayudarlo?
  • Solo tenes que prestar mucha atencion y recordar.
  • Tenes que hacer click en los signos de pregunta y acordarte cual de los amigos vas descubriendo .
  • Al terminar el juego podras ver a Winnie junto a sus amigos . Suerte y a jugar!!!